Parlamentaria explicó que Chile se posiciona como el segundo país OCDE con mayor brecha de género en las pruebas estandarizadas de matemáticas.

Por un total de 66 votos a favor y 7 abstenciones la Cámara Baja aprobó un proyecto de resolución presentado por la diputada Marcela Hernando (PRSD) que solicita al ejecutivo la implementación de diversas medidas para eliminar la disparidad educativa que afecta al sexo femenino en el ciclo básico y medio. La parlamentaria por la Región de Antofagasta recordó que a pesar de constituir más de la mitad de los jóvenes que rinden la PSU, el género femenino representa menos de un 15% del total de puntajes nacionales.

Brecha de género

“Existen diferencias significativas desde el punto de vista estadístico entre los resultados de mujeres y hombres, y eso comienza desde muy pequeñitos. Las primeras pruebas SIMCE ya dan cuenta de esto y esa diferencia se va profundizando, o sea cuando uno lo mira en cuarto básico es de un punto y ya en octavo básico ya hay ocho puntos de diferencia. Entonces esto da cuenta también de algunas diferencias que se dan en la forma de enseñar y cómo se van predeterminando estas diferencias desde la más tierna edad; desde el parvulario muchísimas veces”, advirtió Hernando, quien aseveró que a nivel internacional Chile se sitúa como el segundo país de la OCDE con mayor brecha de género en matemáticas, demostrando una menor habilidad en las niñas para formular, aplicar, e interpretar las operaciones en una variedad de contextos.

Una situación similar se repite en la PSU, que en sus resultados del año 2012 reveló que sólo un 11% de las postulantes obtuvieron puntajes nacionales en Historia; un 8% alcanzó calificación nacional en la prueba de ciencias, y un 12% obtuvo puntaje nacional en la prueba de Matemáticas. Ninguna tuvo rendimiento nacional en Lenguaje.

Medidas

La congresista de la Nueva Mayoría enfatizó entre los puntos de su proyecto la necesidad de hacer un catastro de los establecimientos con mayores brechas de género; establecer un sistema más efectivo para determinar la disparidad educativa, y modificar el currículum de educación básica y media, con la finalidad de eliminar todo estereotipo o prejuicio que influya en que la educación que reciben hombres y mujeres sea diferente.

Hernando ya había declarado al presentar su iniciativa que la situación actual no tiene ninguna razón de existir desde una perspectiva neurológica, y que con mayor probabilidad se debe a diferencias culturales o de prejuicios que tienen en su origen el aparato educacional. “Este proyecto apunta precisamente a diagnosticar bien la situación y el focalizar recursos para que esta brecha se aminore; que no exista una diferencia en materia de enseñanza para los diferentes sexos”, sentenció la diputada.

Educación Género Reforma Educacional