La iniciativa de la parlamentaria antofagastina modifica la Ley 18.695 (Ley Orgánica de Municipalidades) para incluir la participación ciudadana -por medio de las juntas de vecinos- en materia de evaluación de peligros en lugares de posibles riesgos o catástrofes de la comuna que habitan.

Hasta Tocopilla llegará la diputada Marcela Hernando para compartir con la comunidad una moción parlamentaria que promueve la intervención directa de los vecinos en la prevención e identificación de zonas de peligros de catastrofes. Hoy la participación de las juntas de vecinos es voluntaria y dependen del grado de la organización de estas frente a algún suceso natural.

“Lo que busca la modificación de esta ley es que la participación de las organizaciones territoriales sea obligatoria. Y que este proceso de participación se realice bajo el alero municipal. El objetivo final es que este trabajo sea sociabilizado y sensibilizado con la población, con la finalidad de ir generando una cultura de emergencias en nuestro país y con ello una población preparada y capacitada para enfrentarlas”, explicó la diputada Hernando.

Informes

La moción de Hernando promueve que este proceso participativo concluya con la entrega de informes anuales sobre zonas de riesgo en la comuna y lugares de posibles catástrofes, debiendo remitir dicho informe a los organismos de emergencia de la comuna, como también a la institución gubernamental competente en estos temas.

“Existen hoy dentro de la normativa -pero dispersas- algunas responsabilidades que pudieran atribuirse a las juntas de vecinos pero no son vinculantes, más bien son voluntarias. La idea es hacer una modificación, de tal manera que dentro de las obligaciones que tiene un municipio estén dentro de ellas un proceso participativo a realizarse junto con las juntas de vecinos organizadas para la identificación de posibles sitios que pudieran presentar riesgos de todo tipo como futuras catástrofes ambientales, climáticas y geográficos, etcétera. Entonces esto permitirá a la municipalidad hacer un proceso vinculante respecto de la prevención y el tratamiento y abordaje preventivo de estos lugares”, indicó Hernando.

Cabe destacar que Chile es a nivel mundial uno de los países más proclives a recibir embates de la naturaleza. Así lo demuestran los más de 10 terremotos ocurridos durante el Siglo XX y los últimos ocurridos en esta década, siendo uno de los más devastadores el del año 2010, el que dejó un saldo de 521 muertos. Las explosiones volcánicas, los aludes ocurridos durante marzo en el norte de nuestro país y los graves incendios forestales que ocurren cada año exige que seamos un país preparado para enfrentar de forma coordinada estas emergencias.

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