Legislación actual confiere a las empresas la posibilidad de abordar la problemática únicamente a través de su reglamento interno.

Preocupada por el alza significativa que registra el consumo de drogas en el rango etario juvenil, y a sabiendas del impacto que dicho fenómeno genera en la vida laboral, es que la diputada Marcela Hernando (PR) presentó un proyecto de ley que modifica el código laboral para regular el consumo de drogas en lugares de trabajo. La moción parlamentaria prohíbe efectivamente el consumo de sustancias psicotrópicas al momento de trabajar, y exige la práctica de un examen obligatorio a personas que realizan labores que demanden destrezas y habilidades motoras o de orientación espacial.

Seguridad

La legisladora, quien pertenece a la Comisión de Salud de la Cámara Baja, detalla en su moción que el Código del Trabajo en Chile no hace ninguna referencia al consumo de alcohol o drogas durante la jornada laboral, ni tampoco establece un mecanismo de regulación al respecto, por lo que una situación de consumo por parte del trabajador queda sometida al reglamento interno de la compañía. La congresista resalta en el texto la excepción que representa el Reglamento de Seguridad Minera, que en su artículo 40 junto con establecer una prohibición expresa detalla las pesquisas que el supervisor puede solicitar para detectar el consumo.

“Si bien es cierto hoy día la legislación permite de alguna manera que los empleadores puedan hacer controles selectivos de droga, la idea es instalar y establecer como un derecho también del trabajador el que esto esté escrito en el reglamento de higiene y seguridad, y que la muestra se haga en cabello que es el único examen que demuestra consumo crónico”, explicó la parlamentaria.

Derechos

En el caso de un consumo crónico, la médico cirujano detalla en su proyecto la obligación del empleador a derivar a tratamiento al trabajador y que así pueda ayudar a sus trabajadores a salir adelante, destacando además los artículos propuestos para no menoscabar la dignidad de los trabajadores y garantizar la completa confidencialidad e imposibilidad de divulgación de información referente al uso, dependencia o abuso de cualquier sustancia ilegal.

Hernando advierte en la fundamentación de su proyecto la necesidad de generar una regulación que no estigmatice al trabajador, “que compatibilice el consumo recreacional o como señala nuestra ley 20.000, ‘personal y próximo en el tiempo’, y la seguridad dentro de la empresa, el buen desempeño laboral y el éxito profesional”, señala la iniciativa.

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